A la llegada de los españoles, entre las cosas que nos dejaron aparece la guitarra, el caballo y obviamente que todos ya sabemos, las vacas en un primer plano.
Después, si hilamos más fino, empezamos a descubrir algunas cositas más.
Y más allá de juzgar si fue para bien o para mal, muchas de esas cosas, hoy por hoy, son cosas que en la mayoría de los casos, ya nos identifican, tanto aquí como en el mundo.
Una de ellas, es el aceite de oliva y su cultivo.
Argentina se encuentra entre los primeros 10 países productores de aceite de oliva y entre enero y octubre de 2017 aumento 193% la exportación de aceite.
Así como los españoles trajeron consigo cuando llegaron a América, vacas y caballos, también trajeron muchas otras cosas y las plantas de olivos estaban entre ellas.
Las primeras plantaciones de olivos de realizaron en la madre de ciudades, Santiago del Estero y luego por Chile a La Rioja.
Desconozco a ciencia cierta qué variedades, pero les puedo asegurar que no sobrevivieron.
¿Porque?
Temiendo que la prosperidad de estas plantas pudiera superar a la producción de España, uno de los principales productores de aceite de oliva, Carlos III mandó a cortar todas las plantas que existieran desde el Alto Perú, hasta el Río de la Plata.
Curioso…¿No?
Ahora. Lo paso, podría catalogarse como gran tragedia, pero al final, resulta que tuvo un giro más interesante.
Una historia que bien podría ser leyenda.
Este acontecimiento, que raya lo legendario, sucedió en Aimogasta, Provincia de La Rioja, más precisamente en el Departamento de Arauco.
Recuerden ese nombre!! ARAUCO.
Cuando la orden de cortar o talar todos los olivos que había desde el alto Perú hasta el Río de la Plata se llevó a cabo, Doña Expectación Fuentes de Ávila, realizó un acto de sana y heroica rebeldía.
Escondió de la vista de los Españoles una rama o esqueje de olivo entre sus ropas.
Se encargó de plantar, cuidar y acompañar su crecimiento hasta que esta rama se hizo árbol.
El resultado de esta hazaña.
Se sabe a ciencia cierta que este hecho fue el nacimiento de una nueva variedad conocida como aceituna Criolla o Arauco.
Y también, que de esta planta se habría trasplantado todas las provincias de la zona, inclusive los países de Chile y Perú.
Este árbol, que tiene varios cientos de años en 1946 fue declarado Árbol Histórico y en 1980, Monumento Histórico Nacional, se encuentra en Aimogasta, La Rioja.
Este hecho curioso y fortuito, fue el natalicio de una nueva variedad de aceitunas que se encuentra solamente en Latinoamérica, el Arauco.
Lamentablemente su futuro es incierto, ya que no goza de buena salud, por que una bacteria lo esta secando de a poco.
Esta planta tiene la particularidad de ser una planta de doble propósito.
Que quiere decir esto?
Que se utiliza tanto para la producción de aceitunas de mesa por su gran tamaño como para la elaboración de aceite de oliva.
PH. Finca Lecumberri.